Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
El Yoga puede llegar a tu vida en cualquier momento. Pero entra en ella para quedarse cuando estás preparado para recibir todo lo que esta filosofía de vida volcará sobre ti. Por eso cuando alguna persona me cuenta que una vez hizo yoga pero le pareció insulso y aburrido, me despierta ternura hacía un tiempo pasado y sonrío de medio lado. Me recuerdo a mí misma mirando el techo desesperada por irme de mi primera clase de Yoga; debatiéndome entre levantarme, a riesgo de parecer una mal educada, o quedarme allí tendida perdiendo mi preciado tiempo. Y sonrío porque el Yoga es como el amor, no llega cuando lo buscamos. Se tiene que dar un cúmulo de cosas para que salte la chispa y prenda en tu corazón. Las circunstancias que te rodeen en ese momento, la disposición de “ese ser” que llevamos dentro de nosotros decidiendo: esto sí, esto no…; y de esa persona que toca algo dentro de ti y hace que algo vibre, te vuelvas hacía ella con la mirada curiosa y la admires. Por lo que te enseña y por cómo lo hace. Estricto para que avances en tu camino y estricto para que no te martirices si los avances son apenas imperceptibles. Entonces has encontrado a tu Maestro, a ese que seguirás, te hará ser mejor persona y entablarás una relación recíproca donde ambos, Maestro y alumno, se enriquecen.

Llevo más de 5 años diciendo que voy a empezar a hacer Yoga , pero aún no he encontrado el momento , besitos guapa
¡Qué bueno que quieras! Cuando empieces se quedará. Gracias por comentar y un beso para ti también
Reflexión que compartiste con nosotras en
Clase y que me parece tan acertada….?
Las cosas no pasan porque si,pasan por algo y cuando llegan, sobre todo las cosas buenas hay que disfrutarlas
Así es, Serena. Y tú sabes mucho de eso. Gracias por tu presencia!
Todo un honor para mí. Gracias mi Fátima